ㅤ ❛ ❜ 𝐄l espectáculo de lo bello,

                      guiado por el 𝗲𝗻𝗰𝗮𝗻𝘁𝗼 natural. 

                      Su mirada Carmesí es encontrada 

                      entre los ojos que lo alaban, ahí,

                      en la soledad de su 𝘃𝗮𝗻𝗮 𝗯𝗲𝗹𝗹𝗲𝘇𝗮.    ❛ ❜

⸻ 𝐍ingún santo fue tan altamente santo para no resistir ante la rosa del jardín. ¿Puedes soportar 𝘭𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯?

Como el fruto del Edén, una figura que cualquier mortal podría envidiar y, a su vez, ceder por el tentar de aquella gracia que lleva al caminar. La brecha de la alabanza y la envidia es muy corta y frágil. La perfección es lo que se intenta alcanzar, pero cuando hay algo o alguien que desea llevar ese sueño a la realidad, una nueva emoción ha de aparecer y así llevarse el fruto irresistible para sus deseos complacer.

No hay razón para entender la ideología de la belleza misma, algo natural con lo que muchos nacen y otros 𝘤𝘰𝘥𝘪𝘤𝘪𝘢𝘯. Por supuesto, Tao fue bendecida por buenos dotes, ¿cómo ella podría ser capaz de 𝘦𝘯𝘷𝘪𝘥𝘪𝘢𝘳 alguien más?

𝐀quella piel tan tersa, tan perfecta que jamás pensaría pertenece a alguien como Tao. Incapaz de notar algún lunar mas que en zonas donde las miradas no se focalizan, muchas pérdidas en más de un solo lugar de su figura.

Ningún ser ha de nacer de tal perfección, incluso si así fuera, el deseo de tener más que otros es persistente. Pero, ¿por qué enfocarnos en las espinas de laㅤ ㅤ rosa? Cuando podemos apreciar sus pétalos dignos de un jardín real.

𝐒i hablamos de su rostro, las palabras no serían suficientes para describir lo sublime de sus facciones y el hipnotizante hechizo de sus ojos cada vez que te miran. Nariz respingada, barbilla en forma de diamante y rasgos que cuadran en las dimensiones de su rostro. El estilo de su cabello no queda atrás, hebras oscuras que brillan a la luz de las balas, con un corte corto, capaz deacentuar sus pómulos.

Lo llamativo serían las joyas de sus ojos, rasgados naturalmente que le dan una mirada profunda, la oscuridad más brillante que podrás ver.